jueves, 27 de agosto de 2020

LA CORONA QUE EL PAPA JUAN PABLO II REGALÓ A LA VIRGEN DE SAN JUAN (Dr. José Everardo López Padilla)

 DESCRIPCIÓN DE LA CORONA QUE COLOCÓ SU SANTIDAD EL PAPA JUAN PABLO II A NTRA. SRA. DE SAN JUAN EL 8 DE MAYO DE 1990

 

    El 8 de mayo de 1990, día inolvidable para la ciudad de San Juan de los Lagos y para la historia de Nuestra Señora de San juan. Ese glorioso día el Papa Juan Pablo II ciñó las sienes de la Santísima Virgen de San Juan con una corona que le trajo expresamente para este fin. Esta es una corona inspirada en la corona que en su tiempo el Papa Juan Pablo II regalara a la Imagen de la Virgen de Guadalupe en su visita a su santuario en 1979. La canasta es una estructura conformada mediante varillas metálicas (de plata sobredorada) de corte cuadrangular y media caña que forman la sección inferior o banda mediante dos arcos paralelos, uno superior y otro inferior, conteniendo a diez círculos que encierran a su vez una cruz presenta una perla sobrepuesta; la segunda sección la forman semicírculos a manera de ondas que se unen y van rematados de manera alternada por similares cruces a las de la banda y gajos en forma de gotas de largo desarrollo que hacen las veces de las diademas de una corona imperial, solo que en este caso son en número impar (cinco), en cuyo interior presenta un diseño abstracto de elementos vegetales y sobrepuestos de perlas blancas, dichos gajos se unen en la parte alta mediante una pequeña esfera sobre la que descansa una cruz griega de contorno circular en cuyo centro tiene colocada una gema ovalada de color rojo. 

 

Descripción elaborada por el Dr. y Maestro platero Ricardo Cruzaley. 


Fuente: López-Padilla, J. E., & Gutiérrez-Gutiérrez, J. (2019). La Imagen de Nuestra Señora de San Juan. Guadalajara: Acento Editores.

 



LA PRIMERA COFRADÍA EN HONOR A NTRA. SRA. DE SAN JUAN (Dr. José Everardo López Padilla)

 LA PRIMERA COFRADÍA EN HONOR A NTRA. SRA. DE SAN JUAN 

La primera Cofradía de la que tenemos noticia en honor a Nuestra Señora de San Juan fue fundada en el hospital de indios de Teocaltiche en 1633, posteriormente, el primer dato en firme que tenemos sobre la existencia de la Cofradía de la Limpia Concepción de la República de Indios de San Juan es del 10 de enero de 1649, en que el Sr. Obispo de Guadalajara, Don Juan Ruiz Colmenero, autorizaba a esta Cofradía a pedir limosna en todo su obispado para subsidiar los gastos de esta Hermandad. Y les pedía que llevaran las cuentas en un libro o cuaderno para que en cada pueblo que pidieran limosna, les fuera firmado por el Sr. Cura, Ministro de Doctrina, o el encargado de la Justicia o las personas más honradas del lugar, para dar constancia a las cantidades recaudadas. 

 

En este pliego les rogaba a los Señores Curas y Vicarios que recibieran benignamente y ayudaran a esta cofradía. El permiso que se les otorgó era por un año, y debía renovarse cada año, si así lo autorizaba el Sr. Obispo en turno. 

Esto sucedió encontrándose ya como Capellán Mayor del Santuario de Nuestra Señora, el Pbro. José Nidos del Estoque, quien, asimismo, los encomiaba a que también le rindieran cuentas para él poderlas llevar a Guadalajara. 

 

Ciertamente, un año después, surgió la confusión entre la Cofradía de la Limpia Concepción de la Virgen de San Juan y los hermanos de la tercera orden de San Francisco que pedían limosna con la Virgen peregrina para la construcción del Santuario de Nuestra Señora, por este motivo el Prelado de Guadalajara ordenó que la Cofradía cambiara de santo titular por el de San Juan Bautista en aras de evitar la confusión del destino del dinero de los cofrades y de los feligreses, esto ocurría en el año de 1650.

 

La Cofradía de la Santísima Virgen de San Juan resurgió de la misma que había sido establecida desde 1649, la cual debió cambiar de Santo titular, el de la Inmaculada Concepción de San Juan por el de San Juan Bautista (patrono del pueblo) para evitar confusiones entre la población cuando los Hermanos de la Tercera Orden también pedían limosnas para la obra material del Santuario de Nuestra Señora de San Juan y los Cofrades con el nombre de la Virgen de San Juan pedían, pero para su Cofradía. Sin embargo, al parecer, la Iglesia vio la importancia que podía tener la Cofradía de Nuestra Señora de San Juan entre los habitantes de la Nueva España y Nueva Galicia, pero ahora sí para pedir limosnas en favor de la obra material y espiritual del segundo santuario en el año de 1669. 




BIBLIOGRAFÍA:

López-Padilla, J. E., & Gutiérrez-Gutiérrez, J. E. (2020). Cofradías, asociaciones y fiestas religiosas en el Pueblo de Nuestra Señora de San Juan. San Juan de los Lagos: Acento Editores.




 


miércoles, 19 de agosto de 2020

SEGUNDA OCASIÓN QUE LA IMAGEN DE NTRA. SRA. DE SAN JUAN TUVO QUE SER OCULTADA EN 1927 (Dr. José Everardo López Padilla)

 2. La toma del santuario y abadía por los perseguidores en 1927 y el segundo ocultamiento y su traslado.

San Juan de los Lagos, fue considerado por las fuerzas federales un lugar muy estratégico para acosar la piedad de los muchos peregrinos que visitaban a Nuestra Señora de San Juan, por eso muy pronto, durante los 3 años de persecución más violenta, fue que tomaron la Abadía, anexa al santuario como cuartel y a las dos torres como perfectos puestos de vigilancia. Además, consideraban a San Juan, como a todos los pueblos alteños, “de armas tomar.” Todas estas circunstancias hicieron necesario retirar la Imagen Original para evitar un lamentable sacrilegio. La grave dificultad era que había que sacarla “frente a las narices de los federales.” 


2.1.Encargados del santuario durante la clausura del culto


Es sabido que cuando se suspendió el culto de los templos, al mismo tiempo el Gobierno Callista prácticamente tenía amenazados de muerte a los sacerdotes, especialmente de esta región alteña muy creyente. Por eso fue necesario que se ocultaran los sacerdotes, dejando para eso, de responsables a valientes laicos creyentes que estuvieran al cuidado de los templos que nunca se cerraron. El Santuario de la Virgen de San Juan no fue la excepción, así que buscó a un grupo de hombres para que se mantuvieran al pendiente del templo. Estos son los primeros llamados: 


“José Pérez Sánchez, encargado del Templo dedicado al Culto Católico, Apostólico, Romano, denominado “Santuario” de esta ciudad, en unión de los diez vecinos que suscriben, y en cumplimiento del artículo 130 fracción undécima de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, aviso a esa Presidencia Municipal que yo soy el encargado del Templo arriba mencionado. 


Lo que pongo en conocimiento de Usted, para los fines a que haya lugar. 

San Juan de los Lagos, 31 de julio de 1926.


Rúbricas: Aniceto Pérez Franco, José Pérez Sánchez, J. Asunción Padilla, Tranquilino Sánchez, Leonardo de la Torre, José María Martín Padilla, RG Romo, José Pérez Parada, José de la Torre, Benjamín Arévalo”. 


2.2.Cuando nuestra señora de san juan fue oculta 


Debido a la fuerte presencia de los perseguidores en el Pueblo de San Juan, a los rumores de la impiedad con que trataban todo lo sagrado y, sobre todo, al ver que el Santuario quedaba en manos de diez laicos, y no de sacerdotes, después de pensarlo bien, en muy guardada secrecía, el Abad y sus capellanes, decidieron retirar de su trono a la original imagen de Nuestra Señora de San Juan, para ponerla a buen resguardo y evitar una desgracia mayor, como la intentada con la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, en la Ciudad de México. 


El día señalado de su ocultamiento, a la hora más cerrada de la noche, así se maniobró: 


“La Sagrada Imagen de Nuestra Señora de San Juan fue conducida al Tesoro, procediéndose inmediatamente en envolver la Imagen en telas de seda, y para darle mayor protección, se envolvió con tela de jerga gruesa, se colocó en el doble fondo de un antiguo ropero chino que había en el Santuario. 


Al ropero se le desclavó la tabla de arriba y por allí se introdujo la Imagen de la Virgen. Las medidas del ropero son: de alto, 1.96 metros, de ancho 1.27 metros y de fondo 42 centímetros, a la vista, y el doble fondo de 24 centímetros, espacio suficiente para proteger a la Virgen. 


Mientras tanto, otro grupo de personas procedía en la tarea de colocar en el sitio la otra imagen de Nuestra Señora de San Juan, vestida con el vestido que tenía la Original puesto antes de ser retirada. No se notaba aparentemente el cambio, y de hecho nadie lo notó en los meses que duró fuera de su Santuario; éste es un gran milagro. El Señor Abad estuvo impresionado de que todo había salido bien, aunque un tanto temeroso por las imprevistas consecuencias que pudieran venir; pero su confianza en Dios y dejando a la Virgen la solución de tal situación...” 

“Se le confió la custodia de la Santísima Virgen a una familia piadosa de San Juan, que gozaba de gran estima por parte del Señor Arzobispo y del Señor Abad, por ser una familia cristiana que vivió su fe a través de sus obras de amor al prójimo y dando testimonio de su ejemplar vida. 


Fue así como, siendo la hora del alba, ya amanecía, cuando se dio por concluida la penosa labor. Había fuerzas armadas esa mañana en el exterior del sagrado recinto del Santuario. 


En el interior del Santuario se oraba como era costumbre; los grandes cirios ardían al pie de la imagen de la Virgen de San Juan. Nadie sospechó el cambio efectuado en la madrugada; todo parecía normal. En la penumbra, apenas se destacaba el altar mayor, dibujándose difusamente la imagen de Nuestra Señora. Se notaba poca actividad en la Sacristía; el Ilustre Abad se encontraba solo en su departamento, en espera de que amaneciera y ser informado de la situación. 


En ese sitio esperaba un camión destartalado, cargado de camas y colchones. El momento fue aprovechado para subir también el ropero chino mencionado. Nadie interrogó por el mueble viejo que se estaba colocando en el camión. Así inició su viaje a su temporal hogar donde se mantendría oculta durante 6 meses en que volvió sin que nadie lo notara.” 


Capellán Feliciano Vázquez, San Juan, 16 de diciembre de 1927. 

Tomado de: 

López-Padilla, J. E., & Gutiérrez-Gutiérrez, J. (2020). Nuestra Señora de San Juan. 250 años de su histórico traslado. Guadalajara, Jalisco: Acento Editores.



 

martes, 18 de agosto de 2020

EL DÍA QUE LA IMAGEN DE NTRA. SRA. DE SAN JUAN FUE ESCONDIDA AÑO 1864 (Dr. José Everardo López Padilla)

 1. El ocultamiento y traslado de la sagrada imagen en 1864 

1.1. La bárbara entrada al santuario del general pueblita en 1859 

El 17 de febrero de 1859 tuvo lugar la entrada del general Manuel García Pueblita a San Juan de los Lagos. Ese mismo día salieron por el camino de Lagos los señores farmacéuticos Don Cosme Montero, Don Teodosio Padilla, Don Antonio Álvarez y Don Juan Coronel, y a poco de andar se encontraron con García Pueblita que caminaba al frente de su tropa. Los expresados señores le suplicaron a nombre del vecindario, que entrara de paz en la población, y él ofreció que así lo haría, a condición de que se le dieran víveres para su tropa. Se hizo a poco rato una colecta de víveres y de dinero que fue entregada al jefe del ejército, cuando ya estaba en su alojamiento dentro de la ciudad. 

Al entrar los soldados al Santuario después de apoderarse de algunos objetos de valor que allí había, destruyeron con sus bayonetas varias imágenes de santos triturándolas a pedazos. Este hecho llenó de indignación al vecindario que se sintió lastimado en sus creencias religiosas. Por fortuna para los habitantes de la población, muy pronto, aquella gente indisciplinada emprendió la marcha. 

A consecuencia de esta profanación que sufrieron varias imágenes de santos del Santuario, los Señores Capellanes resolvieron ocultar la Imagen de Nuestra Señora de San Juan, como lo hicieron efectivamente, dejando en el altar la que llamaron La Peregrina, mientras la Imagen Original estuvo ocultada por término de varios años, sin que nadie del pueblo lo supiera.

Luego de la llamada “Guerra de los Tres Años” (1858-1861), entre liberales y conservadores, vino la suspensión de pagos a Francia, España y Reino 

Unido por parte del gobierno liberal de Benito Juárez. Esto hizo que las tres potencias europeas se reunieran en Londres (convenio de Londres de 1861) y acordaran hacer efectivo el pago de las deudas. Para presionar a las autoridades mexicanas, dichas potencias desembarcaron con tropas en el Puerto de Veracruz en 1862, entrando en negociaciones con el gobierno de Juárez. Las negociaciones diplomáticas se llevaron a cabo en el Pueblo de la Soledad. Como resultado de estas, el Ministro mexicano de relaciones exteriores D. Manuel Doblado, logró persuadir a los gobiernos de España y Gran Bretaña de que la suspensión de las deudas fuera algo transitorio, lo que trajo como consecuencia que las tropas inglesas y españolas se retiraran del territorio mexicano. 

Sin embargo, las tropas francesas se negaron a irse debido a que Napoleón III tenía intenciones de instaurar una monarquía en México, con el fin de apoyar a los confederados en la guerra civil estadounidense (Guerra de Secesión) y así disminuir drásticamente el poder de los Estados Unidos en la región. Por tal razón, los franceses avanzaron desde la costa hasta el centro del país, hasta llegar a la ciudad de México el 10 de junio de 1863. A partir de entonces y hasta la llegada de Maximiliano a la capital, el Gobierno estuvo encabezado por una regencia integrada por los generales Juan Nepomuceno Almonte (hijo natural del Sacerdote José María Morelos y Pavón), Mariano Salas y el Arzobispo Pelagio Antonio de Labastida. El Emperador Maximiliano y su esposa Carlota llegaron al Puerto de Veracruz en la fragata Novara el 28 de mayo de 1864. 

Esto nos hace pensar que en los años anteriores a1869 (centenario del Traslado)fueranturbulentos, sin paz para transitar libremente, y con posibles “balas perdidas” mortales o atracos que podían ser de los dos bandos. Eran, pues, pocos los peregrinos que se atrevían a venir de muy lejos. Mayor peligro había, cuando San Juan se reconocía “conservadora,” por tanto, más en la mira de los liberales que se creían tener el poder por contar con un presidente constitucional: Juárez. 

1.2. Regreso de la virgen a su santuario

El 22 de marzo de 1864 el Sr. Arzobispo D. Pedro Espinosa hacía su entrada triunfal en la Ciudad de Guadalajara, donde fue recibido con magna celebración por haber vuelto después de su “largo y penoso destierro a donde lo lanzara el huracán demagógico”54. Así como el Sr. Arzobispo fue desterrado, la Imagen de Nuestra Señora de San Juan también tuvo que ser ocultada para evitar que sufriera daños a manos de los indolentes liberales. 

Para celebrar el retorno a su trono, se celebró un novenario en su honor durante el mes de mayo de 1864, culminando el día 8. Sobre este acontecimiento mostramos enseguida los “Documentos de los gastos hechos en la salida de la Santísima Virgen de Nuestra Señora del Santuario de San Juan en mayo de 1864.”


Tomado de: 

López-Padilla, J. E., & Gutiérrez-Gutiérrez, J. (2020). Nuestra Señora de San Juan. 250 años de su histórico traslado. Guadalajara, Jalisco: Acento Editores.



 

domingo, 16 de agosto de 2020

HIMNO A SANTA MARÍA DE SAN JUAN (Sr. Cango. Padre Jaime Gutiérrez)

 HIMNO A SANTA MARÍA DE SAN JUAN

 

San Juanita que al fuego de la tarde

ofreces tu casita al peregrino

para escuchar sus muchos desamores

mientras reza y reza tu rosario.

 

¡Ea Madre! Siempre ruega por nosotros

 

Virgencita que al cansado levantas

y llegada ya la noche recoges

sus dolores y arrullas sus temores

para despertar alegre mañana.

 

¡Ea Madre! Siempre ruega por nosotros

 

Santita, Milagrosa curandera,

de millares de mandas y demandas,

de votos y de exvotos increíbles,

que, ¡hoy! pregonan gracias y más gracias.

 

¡Ea Madre! Siempre ruega por nosotros

 

Gloria al Padre que te hizo su hija.

Gloria al que te hizo templo de amor.

Gloria al que te hizo Madre de Dios.



sábado, 15 de agosto de 2020

VIGÉSIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (SR. CANÓNIGO P. ANTONIO TRINIDAD MÁRQUEZ GUERRERO)

 VIGÉSIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

REFLEXIÓN EN TORNO A LA PALABRA DE DIOS – CICLO A

LECTURAS DEL DÍA

Primera lectura, Del libro del profeta Isaías Is 56, 1. 6-7

Esto dice el Señor: “Velen por los derechos de los demás, practiquen la justicia, porque mi salvación está a punto de llegar y mi justicia a punto de manifestarse.

A los extranjeros que se han adherido al Señor para servirlo, amarlo y darle culto, a los que guardan el sábado sin profanarlo y se mantienen fieles a mi alianza, los conduciré a mi monte santo y los llenaré de alegría en mi casa de oración. Sus holocaustos y sacrificios serán gratos en mi altar, porque mi templo será la casa de oración para todos los pueblos’’.

Segunda lectura, De la carta del Apóstol san Pablo a los romanos Rom 11, 13-15. 29-32

Hermanos: Tengo algo que decirles a ustedes, los que no son judíos, y trato de desempeñar lo mejor posible este ministerio. Pero esto lo hago también para ver si provoco los celos de los de mi raza y logro salvar a algunos de ellos. Pues, si su rechazo ha sido reconciliación para el mundo, ¿qué no será su reintegración, sino resurrección de entre los muertos? Porque Dios no se arrepiente de sus dones ni de su elección.

Así como ustedes antes eran rebeldes contra Dios y ahora han alcanzado su misericordia con ocasión de la rebeldía de los judíos, en la misma forma, los judíos, que ahora son los rebeldes y que fueron la ocasión de que ustedes alcanzaran la misericordia de Dios, también ellos la alcanzarán. En efecto, Dios ha permitido que todos cayéramos en la rebeldía, para manifestarnos a todos su misericordia.

Del santo Evangelio según san Mateo Mt 15, 21-28

En aquel tiempo, Jesús se retiró a la comarca de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea le salió al encuentro y se puso a gritar: “Señor, hijo de David, ten compasión de mí. Mi hija está terriblemente atormentada por un demonio”. Jesús no le contestó una sola palabra; pero los discípulos se acercaron y le rogaban: “Atiéndela, porque viene gritando detrás de nosotros”. Él les contestó: “Yo no he sido enviado sino a las ovejas descarriadas de la casa de Israel”.

Ella se acercó entonces a Jesús y postrada ante él, le dijo: “¡Señor, ayúdame!” Él le respondió: “No está bien quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perritos”. Pero ella replicó: “Es cierto, Señor; pero también los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de sus amos”. Entonces Jesús le respondió: “Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que se cumpla lo que deseas”. Y en aquel mismo instante quedó curada su hija.

 

Reflexión

Si solo fuera cuestión de abrir las puertas de la iglesia a todos, de hacerles participar en nuestras peregrinaciones, de admitirlos en nuestras celebraciones.

Esto no basta. El problema ya no está en la puerta abierta de par en par a todos. No, el problema es que los extraños tanto como los de casa sientan el deseo de entrar. Encuentren un atractivo, algo más que la simple curiosidad, y vengan movidos por intereses que no sean utilitaristas.

Los apóstoles interceden a favor de la mujer pagana porque viene detrás gritando. Para nosotros lo malo puede ser que nadie venga detrás gritando. Nadie nos pida nada. Todos nos dejan en paz y nos exigen que los dejemos en paz, que no les molestemos.

Sí, parece que el problema no es el tener abierta la puerta del templo, poner la Biblia a disposición de todos, ofrecer el máximo de comodidad multiplicando en número de misas.

El problema es como abrir la puerta del deseo, de la exigencia. Cómo suscitar una petición. No basta anunciar: “Nosotros tenemos las respuestas”. Es necesario que alguien nos plantee las preguntas porque, por el contrario, muchas veces somos nosotros quienes nos “imaginamos” las preguntas, las inventamos, las atribuimos a los potenciales interlocutores, partiendo de las respuestas prefabricadas que poseemos.

La frontera más difícil de superar es la de nuestra mentalidad. Existe siempre el riesgo de llevar tras sí, en el encuentro con los otros, las actitudes de una mal disimulada superioridad y, si no de desprecio, ciertamente de condescendencia frente a ellos.

No basta con aventurarse entre los alejados, los apartados. Hay gente que viaja solo para juzgar, y hasta para compadecer, más que para descubrir, para dejarse sorprender, para admirarse, para apreciar.

No basta llevar. Es necesario saber recibir. No solo se anuncia la palabra de Dios, es necesario recoger Palabra de Dios. Jesús regaló el milagro solicitado con obstinada dulzura a aquella madre pagana. Pero, antes, ha recibido de ella la sorpresa grata, admirable, de su fe: “Mujer, ¡qué grande es tu fe!”.

Jesús se queda como incrédulo ante tanta fe. Aquella extranjera dio una cosa importante tanto a Jesús, como a sus discípulos. Les ha hecho encontrar algo precioso que ellos no se esperaban.

No es una operación correcta abrir las puertas de la iglesia y después pretender imponer a los “distintos” nuestros gustos, nuestros ceremoniales, hacer el trasplante de nuestros esquemas mentales e incluso de nuestras repugnancias, miedos, obsesiones.

Acojo de verdad a una persona solo si intento descubrir también los valores de los que es portadora.

No es suficiente abrir las puertas de casa, sino no se abren las puertas en casa.

Cf. A. Pronzato, Palabra de Dios ciclo A, Sígueme, Salamanca 2007, 209-212.


DOMINGO XIX TIEMPO ORDINARIO “DIOS ES IMPRESCINDIBLE” (Sr. Cango. P. Jaime Gutiérrez)

DOMINGO XIX TIEMPO ORDINARIO  “DIOS ES IMPRESCINDIBLE”

Hemos tenido los humanos la manía de buscar a Dios en los fenómenos naturales, pero, hoy, el profeta Elías se dio cuenta, de nuevo, que Dios no está: ni en el viento, ni en el terremoto, ni en el fuegoEstá en la suave brisa del silencioy, cuando pasa, hay que verlo con el rostro cubierto para que no nos ciegue la luz de su presencia. Cubrirse el rostro no es otra cosa que entrar dentro de nosotros mismos para experimentar la presencia numinosa del “Yo soy”.


En la segunda página del Leccionario, ahora escrita por Mateo, intencionadamente contrasta en su relato al Jesús HOMBRE-Dios que, llegada la noche sube al monte, a solas, para orar. Digo que contrasta con el Jesús DIOS-hombre que camina sobre el agua en medio de la tempestad. Va a salvar a sus discípulos. Ellos, cuando lo ven venir, espantados “decían ¡Es un fantasma! Y daban gritos de terror. Pero les dijo Jesús enseguida: ‘Tranquilícense y no teman. Soy Yo’”. Una vez más se auto afirma Dios al llamarse: “‘Yo soy.’” Y le replica Pedro: “Señor, si eres tú, mándame ir a ti caminando sobre el agua.” Pero Pedro, que primero camina sobre el agua, luego se hunde porque es un “hombre de poca fe.”


Hoy, estamos en medio de una tempestad: la pandemia, y Dios es imprescindible para salvarnos. Él la puede calmar. Pero, hemos de invocarlo con mucha fe, seguros de lo que hacemos, sin dudar. Hoy hemos de buscar la invisible mano de Dios, el único que puede salvarnos. Cierto que todos estamos asustados y nos quejamos de dolor a causa de los muchos males que ésta conlleva. Pero, insisto… Dios nos es imprescindible para los vivos y más para los muertos. 



GLORIA A MARÍA ASUNTA, REINA Y MADRE DE MISERICORDIA

 GLORIA A MARIA ASUNTA, REINA Y MADRE DE MISERICORDIA

Las glorias de María son para nosotros bendiciones. Nunca olvidemos que al ser la Madre de Dios terminó siendo en la cruz nuestra Madre. 

El Padre del cielo, como hija, la llenó de gracia, y el Espíritu, cuando la tomó por esposa, la inflamó de amor, y el Hijo, Dios y hombre, nos la volvió Madre de Dios. ¡Gloria de la GLORIA de Dios es María! Bendita entre todas las mujeres y Virgen para siempre. ¡Toda nuestra y toda de Dios!

Hoy celebramos su gloriosa asunción. Por amor, como Eva, fue que dejó la tierra y como la nueva Eva, súbito, el cielo la recibió. Al ser inmaculada en su concepción terminó siendo nuestra primicia en su gloriosa asunción, para ser nuestra Reina y Señora de la gran intercesión.

Para San Juan de los Lagos, Gloria inmemorial siempre fue esta fiesta. La más antigua de celebrarse con gran pompa litúrgica y piedad popular, en 1655, gracias al fiel devoto el Capitán Juan Espíndola. Y ¡qué mejor fiesta! que ésta para ser coronada pontificalmente el año de 1904. Hoy es una de las tres mayores fiestas de San Juan, porque –dice el pueblo fiel- si fue subida al cielo es para ser coronada como Reina Intercesora y la más diligente Colaboradora en la obra de la salvación.

Virgencita de San Juan, asunta Reina y gloriosa Madre de misericordia, en esta pandemia mortal, ruega por nosotros, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.