miércoles, 26 de enero de 2022

EN EL CENTENARIO DE LA CORONACION DE NUESTRA SEÑORA DE LA ENCARNACION DE LOS SIETE PRINCIPES, LOS GUARDIANES DEL MISTERIO DE LA ENCARNACION DEL VERBO DIVINO (Parte I).

Las velas arden en esta víspera solemne del aniversario de la consagración de nuestro bellísimo templo parroquial, Monumento Histórico-arquitectónico en Barroco-Neoestilo, comenzado en 1791 por el Maestro Gregorio de los Reyes y terminado por el Maestro Santiago Medina, por tal motivo con gran regocijo les comparto mi crónica o meditación producto de mi labor de casi 30 años como Cronista, en los que he dejado registrado lo que me contaron los viejos de mi niñez, lo que yo he investigado en archivos, y de lo que he leído en los libros que me han compartido mis maestros y amigos historiadores y genealogistas. Crónica que para esta ocasión he titulado
EN EL CENTENARIO DE LA CORONACION DE NUESTRA SEÑORA DE LA ENCARNACION DE LOS SIETE PRINCIPES, LOS GUARDIANES DEL MISTERIO DE LA ENCARNACION DEL VERBO DIVINO (Parte I).


“Debajo cuyo amparo decidieron acogerse nuestros antepasados y quisieron ponernos a todos sus hijos, aclamando a la Celestial Señora. Patrona de estas Tierras” (Fotografía: “Retrato o copia de la Milagrosísima Señora de San Juan de los Lagos en la Nueva Galicia a devoción del Licenciado Don Francisco del Río Capellán Mayor de su Santuario. Dicha milagrosísima imagen lo dona al R dignísimo… Convento de Señoras Capuchinas de la Villa de Santa María de los Lagos, Año de 1756”. Cuadro que se conserva en el Museo de Arte Sacro de la Ciudad de Lagos de Moreno, y cuya fotografía tomé del libro CATEDRAL BASÍLICA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS, Álbum conmemorativo. Centenario de la Coronación Pontificia de la Virgen de San Juan de los Lagos. EDIMISIO, San Juan de los Lagos, 2006:40 + “Imagen Original de Nuestra Señora de la Encarnación”, tomada por la Licenciada Doña María Lucila Martín Parga para la Muestra de Arte Sacro que con motivo de conmemorar el “Bicentenario de la colocación de la Primera Piedra de la Parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación”, coordinamos los miembros del “Patronato de la Biblioteca”, 1991. Fotomontaje, Don Arturo Picazo Romo de Fotografía Picazo, 2022).


En una crónica del Siglo XVIII, dejada por el Bachiller Don Isidro Raphael de Espino -Capellán de la Hacienda de San Miguel de los Alba, quien sacó a la luz pública la venerada imagen de Nuestra Señora de la Encarnación, y que para rendirle un culto esplendoroso se propuso la fundación de una villa española bajo su advocación y patrocinio-, al respecto escribió:

Por el mes de Marzo florido y feliz en que comenzó del género humano la Espiritual Primavera, floreciendo aquella Vara de la Raíz de Jesé, Apto Jesús habitando entre nosotros, y si María dispuso y preparó entonces la tierra bendita de su vientre para que en ella naciese y tomase raíz la hermosa Vara entre nosotros, así en este mes dichoso y feliz de la comarca, quiso preparar y prevenir en este territorio casa en que habitase el Verbo entre nosotros” (Quesada Cervantes Alfonso, “Apuntes Históricos sobre la Ciudad de la Encarnación de Díaz, Jalisco”, 1922: 10, tomado del Capítulo Tercero de un documento escrito de puño y letra del Bachiller Espino).


Agregando el Bachiller en su Crónica, la tradición de cómo fue encontrada su Imagen Peregrina en el “Potrero de los Encinos” del Cerro de los Gallos, en un cerrito lleno de arbustos espinosos, cuya narración original de este suceso fue escuchada por él en 1752 de boca de los propios vecinos de San Miguel, quienes le dijeron que fue un ermitaño quien traía la imagen de la Virgen María y que la había dejado pendiente dentro de una cajita o Tabernáculo, en las ramas de un espino, en las cercanías de dicha hacienda, donde la encontró Diego Villaseñor, quien desempeñaba el oficio de Vaquero.


Don Diego, era de linaje judeoconverso: Por el lado de su padre Don Gonzalo de Villaseñor-Cervantes y Gómez-Maldonado, porque este era hijo del Alguacil Real de la Villa de León, Don Gonzalo de Villaseñor-Cervantes y Hurtado de Mendoza y de su mujer Doña Juana Gómez-Maldonado, quien estaba emparentado con el Obispo de Guadalajara, el Ilustrísimo Doctor Don Leonel de Cervantes y Carvajal, el que estableció en 1630 el culto a la Milagrosísima Imagen de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos.


El Alguacil Don Gonzalo Villaseñor y Hurtado de Mendoza, era descendiente del Capitán Don Juan de Villaseñor y Orozco, originario de la villa de Vélez en Andalucía, España, Conquistador y encomendero de Guango, Purándiro, Pénjamo, los Ayos y Huaxcato, descendiente del Alférez Don Juan de Tovar y de Verlanga, Guarda del Rey Juan II, y de su mujer Doña Constanza Enríquez de Castilla, nieta de Don Fabrique Alonso y de la judia Yonati “La Paloma”, la hija de Gedaliah ben Shlomo. Y por su madre Doña Teresa de Alba-Bocanegra, hija de Don Cristóbal de Alba y de Arenas, principal propietario de la Hacienda de San Miguel de los Alba, y de su esposa Doña Teresa de Estrada-Bocanegra, la sangre judía le venía de su antepasado Doña Clara de Bocanegra y de la Caballería, hija de Don Diego Gutiérrez de la Caballería, Caballero de la Orden de Calatrava, Conquistador, Capitán de Guerra y Tesorero de la Nueva Galicia, y de su mujer Doña Isabel Messia de Bocanegra. Don Diego era hermano de Doña Marina Gutiérrez de la Caballería, la esposa del Muy Magnifico Señor Don Alonso de Estrada, Continuo de la Real Casa, Tesorero, II Gobernador y Capitán General de la Nueva España. Ambos hermanos, descendientes de Judah Ha-Leví de la Caballería, nacido en Zaragoza, Reino de Aragón y Tesorero de los Caballeros Templarios.


AUTOR: D. Rodolfo Hernández Chávez, Cronista de Encarnación de Díaz, Jalisco.

Publicado en su muro de facebook el 22 de enero de 2022.

Replicado con autorización de su autor.



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